- - Hoy
no contuve las ganas de llorar – dijo la nube.
- - Yo
tuve que contener el deseo de besarle – le respondí
- - Hoy
no contuve mi furia y azote a la tierra – dijo el viento.
- - Yo
tuve que contener las ganas de salir a mojarme – le respondí
- - Hoy
no contuve el deseo de volar libre –dijo la hoja – y del árbol que me sujetaba me desprendí.
- - Yo
no pude contener el capricho de liberarme de mi jaula – confesó el agua
- - Y
yo no contuve, por más que intenté mi cansancio y me deje partir por el rayo –
Agobiado el árbol añadío.
- - Yo
contuve las ganas de llamarle, las ganas de gritar, las ganas de pelear! Contuve
las ganas de creer.
- - El
daño ya esta hecho, no hay vuelta atrás. Que nadie contenga las ganas de oler
esta tierra mojada que les acabo de regalar. Que no haya gota de agua
aprisionada, ni viento débil, ni árbol que no sea lo suficientemente fuerte
para resistir al rayo. Que no haya nube
que no expida lluvia, ni hoja que no flote libre. Que no haya mujer que no bese
al amado, ni amado que pida no ser llamado. Que no haya objeción a ser uno
mismo, que no haya rancor, ni impaciencia, ni abismo en ningun corazón – dijo Dios.
by Karen G. Rodriguez Montiel
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